Entrada de REINA MORENO
Hermanas(nos)y compañeras(ros)de caminos,
Me gusta llamar a la mujer "LA ETERNA" por una particularidad especial: la palabra misma.
Siempre supe que había algo de mágico, esotérico, instintivo, indomable y salvaje en esa mujer callada, elegantemente vestida, divinamente maquillada, con un vestido discretamente ajustado que definía perfectamente que todo estaba en su lugar, y en dosis alucinantes... amen de que tenía una postura muy erguidita. Ella pasaba frente a mi ventana, todas las tardes a la 5.00 pm, allá en mi pueblo cuando yo tenía 12 años.
Son esos recuerdos vívidos y fugaces que de vez en vez aparecen como un flash en mi memoria, a poco que al pasar dejaba en el aire un aroma de perfume de maderas; pero mi olfato no tenía ese alcance (eso sólo me lo imagino). Su estampa, como un ritual diario, desfila por mi memoria y la recreo, sintiendo que no agrego, ni exagero. Es como si me desdoblara y pudiera entrar en su cuarto, que traté inútilmente de accesar, y se convirtió en un verdadero fetiche de mis sentidos, a mis "cagados" 12 años --- como decía mi mamá.
Su saludo a mis hermanas mayores contemporáneas a ella, era de un simple y educado: "¿Cómo estás, cómo andan por tu casa?... saludos a tu familia". Sentada en el porche de su casa rodeada de una espesa y lujuriosa vegetación, con rosas inmensas (combinación bien particular), o románticamente asomada en el póstigo de la ventana.
Cuántas veces no deseé, de una manera casi afiebrada, que invitara a mis hermanas a pasar a su casa, a tomarse el cafecito de la tarde, y yo poder así colarme y entrar a su cuarto. Pero era inútil... ella seguía allí, etérica, recostada sobre el póstigo de la ventana, viendo pasar la vida como una película en blanco y negro, porque estoy segura que su vida interior era de mil colores.
Muchos años después me enteré que nunca se casó; eso impactó mi psiquis femenina. ¿Cómo una mujer tan magnética no se casó?! Mis excesivas delgadas piernas, así como mi invisible trasero y mis caderas apretadas, sufrieron el impacto también... "SANTA SEÑORA DE LOS REMEDIO! TEN MISERICORDÍA DE MI!" ja, ja, ja, ja.
Luego con los años, he comprendido tantas cosas tan hermosas y nutritivas referentes a la mujer y su majestuoso calificativo de hembra, que no dejo de escribirles, apoyarlas en lo que me sea menester. Encantada estoy de servirles y de darles mi hombro y mi mano para seguir juntas en el laberinto afiebrado y poco comprendido de nuestra psiquis, por eso la foto del principio de este escrito. Porque descubrí --- o siempre lo supe --- de la belleza innata de la mujer, una belleza que va más allá de lo que podamos entender por "belleza". Nos amargamos por no ser divinamente hermosas, sin saber que la belleza la moldea nuestra nutritiva ganas de "AMAR" y de "VIVIR", que las definiciones de nuestras medidas las dá el regocijo de sabernos "DIVINAS" "POSIBLES" "CREADORAS" por derecho de conciencia y ancestral memoria.
Santa Señora! Cuántos divinos y majestuosos secretos guardamos. Por eso la foto con que comienzo este escrito. Si pasara por una estrecha calle polvorienta y viera a esta mujer sentada vendiendo frutas o arrullando a su nieto, yo voltearía a mirarla cien veces... esas flores en su pelo y esos collares. Es como aquella señora que en la cola para tomar un carro-por-puesto que me sube donde una hermana que adoro, me dijo con aire de Duquesa: "Las señoras de la tercera edad no hacemos cola"... y se me coló. Al detallarla noté unos ojos marrones divina y perfectamente maquillados, con una línea de delineador perfecta. "Que pulso", pensé... a mi se me sigue corriendo el delineador líquido; y sonreí, cómplice, y le dije afectuosamente: "ni modo señora, pase usted adelante", y le hice una reverencia. Pasamos todo el trayecto en una rica conversa... ja, ja, ja.
Yo las invito a que como buscadoras del misterioso tesoro de lo que somos, tomemos pico y pala, y en una exótica embarcación con velas de seda, vayamos a su encuentro.
AH! Se me olvidaba decirles que esa mujer de mi adolescencia se llama LULÚ, y que se pinta un lunar cerca de la boca para la promesa de quién la mira; porque a mí me hizo más inquietante y lubricada mi existencia... y digo "se llama", porque aunque haya muerto, sigue viva en mi memoria.
Por eso "LA ETERNA".
ME GUSTA LLAMAR A LA MUJER... "LA ETERNA".
Publicado por
MUJERES MAGDALA
diciembre 28, 2009
Etiquetas: MUJERES SALVAJES
2 comentarios:
Divina Mujer ! Cuantas almas femeninas resuenan con la intención mosrrada en tu escrito, Agotadas estamos de los enfrentamientos, competencias, y retos con los hombres...hay que sanar esa brecha, ese ismo, como una zamja adolorida y pululante marca como una cicatriz nuestra psiquis, porque a poco que en nuestras espaldas no hay una herencia femenina o masculina que baño y chapoteo es esa zanja que hoy muchas mujeres desean secarla y sembrar lirios y florecillas silvestres. Adelante Mujer, no estas sola en esta intención y si lo estuvieras estoy segura que seguirias resulta adelante pués tu olfato y tu alma de mujer y la existenci amisma no tendría sentido.
AL HACER COMENTARIOS, NOS ENCANTARÍA QUE TE IDENTIFICARAS DE ALGUNA FORMA, SEA CON TU NOMBRE VERDADERO O UN SEUDÓNIMO.
BELLAS TUS PALABRAS. CIERTAMENTE, REINA ES UNA POETIZA DEL ETERNO FEMENINO.
TERE.
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